Conclusión de una noche a las 3 am
Desde que era niña la mayoría de los comentarios que recibía a mi persona incluiían estas palabras: inteligente,mandona, berrinchuda, astuta, fuerte y capaz. Y no es por efecto de la arrogancia lo cierto es que creo que al final tenían razón.
Uno tiene malos días que pueden durar, en efecto, 24 hrs., otros tienen la desdicha de durar año y pico.
El punto aqui es que uno tiene dos opciones: o tirarse al abismo de la soledad y llorar hasta que los ojos se hinchen y quedes como sapo o seguir a adelante.
Cuando suceden cosas tan superficiales como terminar una relación ( y digo superficiales no porque carezcan de importancia, sino porque si lo comparamos con otros eventos que pudieran sucedernos no es ni el cascarón) creemos que henmos "perdido algo" y la verdad no es así.
NADIE PIERDE NADA. Si revisas bien frente al espejo notarás que tienes aun tus dos ojos, tus manos, piernas pies y seguramente todo tu cuerpo. Muy probablemente también estes en perfecto estado de salud y solo te estés haciendo wey queriendo evadir la realidad porque eres muy marica para afrontarlo. Y no, te preguntarás ¿ahora que hago? ¿podré ser feliz? ¿llegará el amor a mí? La neta es que esas preguntas ni si quiera deberian existir en nuestro vocabulario, la gran realidad es que como todas las cosas eso llegó a su fin. Es tan natural como que un día te levantaste fuiste al baño, te diste cuenta de que no había papel y simplemente tomaste otro rollo y lo suplantaste.
Nos complicamos por flojera: las cosas solo se "curan" con el tiempo y no puedes andar por la vida o los primeros momentos lanzandote a los brazos de la primer cosa antropomorfa que aparezca en tu vida.
La clave aqui es que al único al que debes agradarle es a ti mismo. Cuando uno logra aceptar el cambio sabe que es lo suficientemente fuerte y valioso para enfrentarse a lo que siga.
Asi es el asunto sin lágrimas ni patadas de ahogado, con dignidad y sin querer anunciando a los 4 vientos que eres feliz, porque cuando realmente lo seas estarás muy ocupado como para postearlo en face, twitter y demás redes sociales.
Uno tiene malos días que pueden durar, en efecto, 24 hrs., otros tienen la desdicha de durar año y pico.
El punto aqui es que uno tiene dos opciones: o tirarse al abismo de la soledad y llorar hasta que los ojos se hinchen y quedes como sapo o seguir a adelante.
Cuando suceden cosas tan superficiales como terminar una relación ( y digo superficiales no porque carezcan de importancia, sino porque si lo comparamos con otros eventos que pudieran sucedernos no es ni el cascarón) creemos que henmos "perdido algo" y la verdad no es así.
NADIE PIERDE NADA. Si revisas bien frente al espejo notarás que tienes aun tus dos ojos, tus manos, piernas pies y seguramente todo tu cuerpo. Muy probablemente también estes en perfecto estado de salud y solo te estés haciendo wey queriendo evadir la realidad porque eres muy marica para afrontarlo. Y no, te preguntarás ¿ahora que hago? ¿podré ser feliz? ¿llegará el amor a mí? La neta es que esas preguntas ni si quiera deberian existir en nuestro vocabulario, la gran realidad es que como todas las cosas eso llegó a su fin. Es tan natural como que un día te levantaste fuiste al baño, te diste cuenta de que no había papel y simplemente tomaste otro rollo y lo suplantaste.
Nos complicamos por flojera: las cosas solo se "curan" con el tiempo y no puedes andar por la vida o los primeros momentos lanzandote a los brazos de la primer cosa antropomorfa que aparezca en tu vida.
La clave aqui es que al único al que debes agradarle es a ti mismo. Cuando uno logra aceptar el cambio sabe que es lo suficientemente fuerte y valioso para enfrentarse a lo que siga.
Asi es el asunto sin lágrimas ni patadas de ahogado, con dignidad y sin querer anunciando a los 4 vientos que eres feliz, porque cuando realmente lo seas estarás muy ocupado como para postearlo en face, twitter y demás redes sociales.
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