Segunda parte
Hace aproximadamente un año con motivo a escribir " mis propósitos de año nuevo" añadi dos cosas que creí resultarian imposibles: Titularme, aprender a manejar y ser independiente. Para mi sorpresa, las tres son un hecho actualmente. Debo decir que no fué nada sencillo pero son pequeñas cosas sumamente satisfactorias para una mujer sencilla de veinticinco años. Me da gusto saber que he roto la maldición de " te quedas en tu casa hasta que te cases " o " vivo con mis papás a mis cuarenta y pico de años". Ser independiente cuesta: mas alla de los servicios, la gasolina, la renta, la comida, etc.; te da un panorama muy distinto de cómo es la vida. Ya no tienes "dinero libre" para ir a gastartelo en cosas inutiles o bebidas ( en mi caso pendejadas como cosplay, bares, etc; Bueno ok, mentira sigo yendo a bares). Te das cuenta un buen dia que ese dinero ya tiene un fin: llega el recibo de la luz, el del agua, el internet o ya se acabó el papel de ba