No quiero.
La peor forma de extrañarte siempre ha sido la misma: mirarte caminar sin poder decir nada.
Madrugada otra vez. Como ese impulso que me brota de nuevo por las venas y me obliga a dejar mi cama para sentarme a escribir.
De más joven he tenido ese habito: escribir cuando lo necesito sin importar lugar, hora,fecha,dia,etc. Lo importante es escribir y vacir un poco las emociones que me carcomen el alma a veces.
Se me olvida de vez en cuando que tengo que provocarlo, que mis palabras broten y digan cualquier cosa, por minúscula que sea y por mas que intento reprimirlo, nada mas no se puede.
No quiero dejar de hacerlo...es parte de mi escencia.
Es como cuando te obligan a tomar una medicina: te rehusas rotundamente porque detestas el sabor pero sabes que al final te hara bien.
A si es esto por ahora....
No quiero dejar de escribir.
Madrugada otra vez. Como ese impulso que me brota de nuevo por las venas y me obliga a dejar mi cama para sentarme a escribir.
De más joven he tenido ese habito: escribir cuando lo necesito sin importar lugar, hora,fecha,dia,etc. Lo importante es escribir y vacir un poco las emociones que me carcomen el alma a veces.
Se me olvida de vez en cuando que tengo que provocarlo, que mis palabras broten y digan cualquier cosa, por minúscula que sea y por mas que intento reprimirlo, nada mas no se puede.
No quiero dejar de hacerlo...es parte de mi escencia.
Es como cuando te obligan a tomar una medicina: te rehusas rotundamente porque detestas el sabor pero sabes que al final te hara bien.
A si es esto por ahora....
No quiero dejar de escribir.
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