Pez

A veces me pregunto quien realmente me lee, luego recuerdo que este blog es, ante cualquier cosa, un ejercicio de introspección para mí misma, así que da lo mismo quien lee y quien no.
Este ha sido mi año "sabatico", he estado desempleada aproximadamente unos 8 meses. Y digo "desempleada" por no formar parte del gremio de lo "seguro" y convencional que conlleva ser todo un godinez.
En este momento a veces gozo de demasiado tiempo libre, duermo hasta muy tarde y mis hobbys van desde ponerme a ver Netflix o limpiar mi casa. Es tan absurdo que ante esta extrema libertad yo no tenga tiempo para mí. Cuando recién salí de la universidad atravesé por un momento de "reconstrucción". Me metí al gimnasio, me hacía pedicure una vez a la semana y tambien faciales caseros, me gustaba dedicarme tiempo a mí misma y me satisfacía de sobre manera saber que estaba siendo prioritaria en todos mis asuntos.
Me di cuenta hace poco que en estos últimos meses caí en la condescendencia de ser servil para los demás: dedicarme al café para un par de señores a los que realmente no les importa lo que estoy haciendo y solo piensan en cifras monetarias, infravalorando mi esfuerzo y sin tomarme en serio. Trabajando para mi propia madre que sigue creyendo que puede disponer de mi tiempo como guste, sin darse cuenta que por esa misma razón yo me fuí a vivir sola.
Es tan extraño, porque a veces uno es como un pecesito en una hermosa pecera y no te das cuenta de que estás encerrado en ese micromundo hasta que en un momento de locura, saltas de la pecera y aunque te asfixies; de das cuenta que lo que hay fuera puede ser cien mil veces mejor que lo que tienes dentro.
Y así me siento, como un pecesillo que saltó de la pecera y se asfixia en el piso de cualquier casa.


Such is life.

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