Ni una menos
A estas alturas de mi vida me asumo muchas cosas, y entre ellas, que soy feminista. Sí, lo soy y tal vez siempre lo he sido solo que jamás no había tenido conciencia crítica sobre esto porque no estaba informada. Desde niña me molestaban las injusticias infligidas contra mi sexo: tú no porque eres niña, tú no debes jugar a los carritos, tú eres "muy machetona" y así múltiples etiquetas que te vas ganando a lo largo de tu vida. El punto es que, a veces como mujeres nos da miedo y pavor asumirnos feministas. Por la crítica, porque te van a tachar de inmediato de "Feminazi", porque hasta simplemente al vato al que le gustas es un pendejo y odia a las feministas, tú no te asumes como tal. Pero hace mucho tiempo yo dejé de tener miedo y neta, por más radical que esto suene, asumirse feminista es casi, casi como salir del clóset. ¿Qué feo no? Pero es un riesgo que debe asumirse con todos los ovarios, con todas las ganas, con todas las células. ¿A qué viene que y...